El lunes pasado me encontraba en Almería, y recordé que siempre llevo un par te patines en la furgoneta, así que como tenía que pasar algunas horas dando vueltas por la ciudad, que menos que hacerlo sobre ruedas.
Conocer una ciudad en patines es una de las mejores experiencias que uno puede tener, pues el desplazamiento se hace muy rápido y si además la ciudad lo acompaña, como es el caso de Almería, podremos pasar un rato muy agradable.
Después de 7 años que no pisaba Almería, la ciudad ahora se encuentra surcada por carriles bici que permiten movernos por toda la ciudad, y recorrer kilómetros de una punta a otra. En el paseo del litoral, que sale de la ciudad hasta llegar a la universidad, tenemos 10 kilómetros al lado de la costa, salteado por zonas para hacer ejercicio. Cuando uno se mueve por los carriles bici de Almería, enseguida se da cuenta que no va solo, decenas de personas salen desde temprano a recorrerlo, corriendo, en bicicleta, o simplemente paseando.
Pero hay algo mejor que los carriles bici en Almería, y son sus tapas. La cultura de bebida y tapa incluida está completamente instaurada en la ciudad, y diría que se come mucho mejor y más barato que en Granada, podemos encontrar desde tapas indias (sí habéis leido bien), hasta multitud de restaurantes de tapas gourmet, donde uno puede comer por menos de 10 euros por persona.
Nos gustaría conocer vuestras vacaciones en patines y si habéis conocido algún sitio interesante, mándadnos un pequeño resumen como el anterior con alguna foto e intentaremos publicarlas en nuestro blog. Así que mandadnos un correo a [email protected] contándonos vuestra experiencia.
